Feria
14 septiembre, 2020
Santos Cornelio, papa y Cipriano, obispo; mártires
16 septiembre, 2020

Bienaventurada Virgen María de los Dolores

1 Corintios 12, 12-14; 27-31a

12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. 14 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.

27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. 28 Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas. 29 ¿Acaso todos son apóstoles? O ¿todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Todos con poder de milagros? 30 ¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? 31 ¡Aspirad a los carismas superiores!

 

Salmo 100, 2; 3; 4; 5

2 Servid a Yahveh con alegría, llegaos ante él entre gritos de júbilo!

3 Sabed que Yahveh es Dios, él nos ha hecho y suyos somos, su pueblo y el rebaño de su pasto.

4 ¡Entrad en sus pórticos con acciones de gracias, con alabanzas en sus atrios, dadle gracias, bendecid su nombre!

5 Porque es bueno Yahveh, para siempre su amor, por todas las edades su lealtad.

 

Lucas 7, 11-17

11 Y sucedió que a continuación se fue a una ciudad llamada Naím, e iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. 12 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. 13 Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores.» 14 Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: «Joven, a ti te digo: Levántate.» 15 El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre. 16 El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». 17 Y lo que se decía de él, se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.

Hebreos 5, 7-9

7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, 8 y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; 9 y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.

 

Salmo 31, 2-6; 15-16; 20

2 En ti, Yahveh, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! ¡Recóbrame por tu justicia, líbrame, 3 tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve; 4 pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.

5 Sácame de la red que me han tendido, que tú eres mi refugio; 6 en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad.

15 Mas yo confío en ti, Yahveh, me digo: «¡Tú eres mi Dios!» 16 Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores.

20 ¡Qué grande es tu bondad, Yahveh! Tú la reservas para los que te temen, se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.

 

Juan 19, 25-27

25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» 27 Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Lucas 2, 33-35

33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. 34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción – 35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! – a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»