San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia
20 agosto, 2022
Bienaventurada Virgen María, Reina
22 agosto, 2022

Domingo 21a Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Isaías 66, 18-21

18 Yo vengo a reunir a todas las naciones y lenguas; vendrán y verán mi gloria. 19 Pondré en ellos señal y enviaré de ellos algunos escapados a las naciones: a Tarsis, Put y Lud, Mések, Ros, Túbal, Yaván; a las islas remotas que no oyeron mi fama ni vieron mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria a las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como oblación a Yahveh – en caballos, carros, literas, mulos y dromedarios – a mi monte santo de Jerusalén – dice Yahveh – como traen los hijos de Israel la oblación en recipiente limpio a la Casa de Yahveh. 21 Y también de entre ellos tomaré para sacerdotes y levitas – dice Yahveh.

 

Salmo Responsorial

Salmo 117, 1; 2

1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!

2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.

 

Segunda Lectura

Hebreos 12, 5-7; 11-13

5 Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. 6 Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge. 7 Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige? 11 Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. 12 Por tanto, levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas 13 y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se descoyunte, sino que más bien se cure.

 

Evangelio

Lucas 13, 22-30

22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. 23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: 24 «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. 25 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!” Y os responderá: “No sé de dónde sois.” 26 Entonces empezaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas”; 27 y os volverá a decir: “No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!” 28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. 29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. 30 «Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.»