San Carlos Borromeo, obispo
4 noviembre, 2019
Feria
6 noviembre, 2019

Feria

Romanos 12, 5-16

5 Así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros. 6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe; 7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando; 8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad. 9 Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; 10 amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros; 11 con un celo sin negligencia; con espíritu fervoroso; sirviendo al Señor; 12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración; 13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. 15 Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. 16 Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría.

 

Salmo 131, 1; 2; 3

1 Canción de las subidas. De David. No está inflado, Yahveh, mi corazón, ni mis ojos subidos. No he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me vienen anchos.

2 No, mantengo mi alma en paz y silencio como niño destetado en el regazo de su madre. ¡Como niño destetado está mi alma en mí!

3 ¡Espera, Israel, en Yahveh desde ahora y por siempre!

 

Lucas 14, 15-24

15 Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» 16 Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; 17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: “Venid, que ya está todo preparado.” 18 Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses.” 19 Y otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses.” 20 Otro dijo: “Me he casado, y por eso no puedo ir.” 21 «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos.” 22 Dijo el siervo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio.” 23 Dijo el señor al siervo: “Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa.” 24 Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»