2 A vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor. 3 Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, 4 por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. 5 Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, 6 al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad, 7 a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad.
1 El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday, 2 diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!»
14 Pues él se abraza a mí, yo he de librarle; le exaltaré, pues conoce mi nombre. 15 Me llamará y le responderé; estaré a su lado en la desgracia, le libraré y le glorificaré. 16 Hartura le daré de largos días, y haré que vea mi salvación.
1 Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. 2 Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. 3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías.4De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. 5 Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. 6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: “A mi hijo le respetarán”. 7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia.” 8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña. 9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. 10 ¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; 11 fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?» 12 Trataban de detenerle – pero tuvieron miedo a la gente – porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.