Madre Alicia Echeverri Calle
“Jesús le contestó: si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente conmigo. Al oír ésto, el joven se fue triste, porque era rico.” Mateo 19, 16-22
No obstante mi edad, estoy en esta tierra y debo velar por no apegar el corazón a nadie ni a nada. Necesito estar dispuesta, con la gracia divina, a dejar absolutamente todo lo que pueda impedir mi seguimiento íntegro a Jesús. Debo velar por no apegar el corazón desordenadamente, a nada ni a nadie. Es decir, a ser muy fiel, a vivir auténticamente libre de toda atadura que pueda limitar o impedir el ir ágilmente tras mi Salvador. Enuncio ésto con facilidad pero no puedo olvidar que Él llegó hasta los tribunales injustos, la flagelación, la coronación de espinas, la calle de la amargura, la Crucifixión y la Muerte, y todo por su infinito amor redentor.
Dios mío, yo no puedo, tu sí puedes, me abandono en Tí.
Madre, ayúdame por favor. (A.E.C.)