Madre Alicia Echeverri Calle.
“… al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.” Lucas 8, 16-18
Soy testigo de la generosidad infinita de Nuestro Señor y de la de muchas personas. Recibí el don de la vida natural y sobrenatural. Por ésta soy su hija.
Hoy doy testimonio de la manera cómo mis hermanas de comunidad se han dejado utilizar por Él mismo para manifestarme su cariño y profundo deseo de que me sienta bien a pesar de las dificultades propias de mi edad y los consecuentes quebrantos de salud. También me asombra la inmensa generosidad de amigos o mejor de hermanos que han estado presentes para hacerme menos difíciles algunas circunstancias de mis quebrantos de salud. En fin, en esta lectio agradezco a mi Dios amado todo lo recibido de Él directamente y lo que me ha dado por medio de sus hijos que participan de su Bondad y Amor infinitos.
¡Proclama mi alma la grandeza del Señor! Recompensa a quienes me han hecho pensar en tu generosidad infinita; cólmalos de Tí y de tu paz, oh mi Dios Amor. Que ellos lo experimenten y que los hagas cada vez más semejantes a Tí. Cuida de ellos como Tú sabes hacerlo y ayúdales en sus dificultades de todo orden; pero ante todo, sana sus corazones de cualquier herida recibida a través de sus vida. (A.E.C.)