Cuerpo y Sangre de Cristo / Imagen tomada de Internet
“Jesús empero, les dijo: en verdad, en verdad os digo que, si no comiereis la Carne del Hijo del Hombre y no bebiereis su Sangre, no tendréis vida en vosotros.” Juan 6, 52-59
Estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo me alarman y entristecen al tiempo que me urgen para orar por todos aquellos que pasan su vida terrena sin pensar en lo que les espera al morir. Si prescinden de los Sacramentos que comunican la vida divina a nuestras almas y por tanto, no la mantienen preparada para presentarse ante el Señor, si no le hacen caso y lo rechazan en vida, ¿qué les espera al morir? Es decir, para vivir como hijos de Dios todos debemos participar del Sacramento de la Eucaristía previa Confesión. Quien realmente no puede recibir al Señor debe hacerlo de corazón y de deseo. Sufro por quienes pasan la vida acá sin pensar que morirán para siempre por rechazar a Quien es la Vida y quiere comunicársela para que sean por siempre felices.
¡Señor, ten piedad! (A.E.C.)