Santísima Virgen María.
Foto: Archivo.
“No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!” entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese entrará en el Reino de los cielos.” Mateo 7, 21; 24-27
La Voluntad del Padre la encuentro en sus mandatos santos base de nuestra felicidad, en la Palabra Divina, en el Magisterio y en mi caso, como religiosa, en mi Santo Código o Constituciones. Pero además, debo estar muy atenta a las inspiraciones divinas, a los buenos consejos y también a los acontecimientos a todos los niveles. Tengo el mejor y más excelso modelo: Nuestro Señor Jesucristo. El se encarnó en su Madre Santísima para dar cumplimiento al Querer divino. Leemos en Hebreos: “Heme aquí que vengo a hacer tu Voluntad” (Cfr. Hebreos 10, 7) y así fue, así nos lo enseñó: “Hágase tu Voluntad” (Cfr. Mateo 6, 10) y así vivió desde el principio de su Vida hasta su entrega por nosotros en su Pasión dolorosísima. (Cfr. Lucas 22, 42)
Nuestra Señora del Fiat, ruega por nosotros. (A.E.C.)