“… los dos discípulos al oírle hablar así, se fueron en pos de Jesús.” Marcos 6, 34-44
Y… ¿cómo voy en pos de Jesús?; Él Mismo me responde: debo poner mis pies donde Él los puso. Esto supone mucho amor y fortaleza, por eso quiero recorrer el camino en compañía de mi Madre Santísima.
Actualmente avanzo con las limitaciones propias de mi edad. Gracias a Dios aún razono bien, pero no puedo desplazarme por mi misma; esto implica dependencia; además, mis pulmones no pueden funcionar normalmente. Quiero tomar esta cruz y abrazarla en mi interior con amor. Es tiempo de vivir el ir en pos de Él hasta que Él quiera. Soy suya; debo aceptar todo lo anterior si quiero ser coherente. Estoy aprovechando el lado alegre y puedo decir que vivo feliz con Aquél que me ama y con mis hermanas.
Madrecita, voy Contigo, ayúdame por favor. (A.E.C.)