Jesús de Nazareth.
Imagen tomada de Internet.
“Tras de mí viene un Hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.” Juan 1, 29-34
Ese Hombre de Quien habla Juan el Bautista es el Hijo de Dios Padre enviado por Él para salvarnos del pecado en el que estábamos sumidos por la desobediencia de nuestros primero padres. Pero, ¿Por qué el Predilecto del Altísimo se reviste de nuestra naturaleza humana sin dejar la divina? Porque “Dios es Amor.” (cfr. 1 Juan 4, 7); Por tanto, su Ternura es Infinita. Fueron los méritos de Nuestro Señor Jesucristo los que nos alcanzaron la Paternidad Divina por adopción. Pero si somos hijos, debemos vivir como tales y apartarnos de todo pecado.
Madre, intercede por nosotros(as) para que nos sumerjamos en la Ternura de Dios y seamos coherentes. (A.E.C.)