Lectio Divina

Pescadores de hombres.
Imagen: Simon Dewey.

ECO

“Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.” Mateo 4, 12-23

MEDITACIÓN

Me encanta la actitud de estos hermanos: no dudan, no miran atrás, no se detienen o inventan pretextos, no calculan ni se lamentan. Son decididos, dejan todo y ya. El padre, la barca, las redes, el oficio, el ambiente, el lago, quedaron atrás.

La Persona de Jesús, su llamada, su mirada, su sonrisa discreta, su ser de Hombre-Dios, su Bondad, su Amor Infinito, la expresión de su rostro, su voz, el Misterio que alcanzaron a percibir, atraparon sus vidas, las rindieron a Él.

Reconozco que muchas veces, además de mi llamado a la existencia, a la vida cristiana y consagrada, el Señor me ha llamado a la intimidad con Él por una vida fiel y generosa; tengo mucho que aprender de estos dos discípulos del Señor. Por Él debo dejar todo lo que Él me pida sin dudar, sin tardanzas, con amor y sin nostalgia.

ORACIÓN

Señor Jesús, quiero conservar la frescura y el gozo íntimo de tu primera llamada o mejor dicho, ayúdame a mejorar mi respuesta con tu gracia y la intervención de mi Madrecita querida. (A.E.C.)

Lecturas del día

III Domingo Ordinario