Constituciones de las Hijas del Fiat.
Foto: Archivo.
“El que cumple la Voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.” Marcos 3, 31-35
Mi Dios es la Sabiduría infinita y me ama sin límite alguno. Luego, lo que dispone para mí es lo que más me conviene. Cuando me esfuerzo por cumplir su Voluntad no solamente vivo mi carisma de hija del Sí a Dios, sino que me afianzo en la paz, en la vida interior y aún en el gozo. Lo contrario sería un absurdo; ¿quién soy yo para oponerme al Querer adorable del Señor?
Y, si pienso que el cumplir amorosamente la Voluntad del Padre es garantía para tener lazos muy íntimos con Nuestro Señor Jesucristo, debo poner todo mi empeño en alcanzar esa dicha. Además, Él Mismo me garantiza que lo anterior me coloca en la increíble realidad de ser su hermana y hasta su madre.
Gracias Señor por nuestro amado carisma. Con Ella repito: ¡Fiat, fiat, fiat! (A.E.C.)