Jesús envía a los apóstoles.
Imagen tomada de Internet.
“Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más…” Marcos 6, 7-13
Cuando salía de viaje nunca puse en práctica ese: “nada más” de Nuestro Señor; llevé mucho más que un bastón. No me faltaron los útiles de aseo, la ropa necesaria, algunos libros, etc. Pero me llama la atención ese “nada mas”. Con seguridad sé que tendré un viaje definitivo en un día más o menos cercano. Me apoyaré en la Misericordia del Señor y en nada más; ese es mi Divino Bastón. Voy desprovista de virtud heróica, de méritos y actos de generosidad significativos. Creo que me he dejado amar y lo he preferido a todo. Pero el equipaje de mi ego aún pesa mucho y no puedo decir que solo llevo conmigo un gran amor a Él y a los demás. Quiero llegar a vivir el “nada más” de Jesús e ir simplificándome en todo.
¡Amén! Madrecita, ayúdame. (A.E.C.)