Jesús de Nazareth.
Película LA PASIÓN.
“… como la fama de Jesús se había extendido…” Marcos 6, 14–29
El hecho de que la fama de Jesús hubiese crecido de un lado a otro, suscitaba diversas opiniones sobre su identidad: Muchos oían comentarios sobre sus Obras de Poder y pensaban si habría resucitado un hombre de Dios, un profeta. Otros, lo habían escuchado y habían sido testigos de las maravillas que obraba. Sus Apóstoles y discípulos estaban más cerca de la verdad sobre su Persona y Misión.
Yo tengo la dicha de no “haber oído hablar de Él” como muchos de sus contemporáneos, sino de convivir con Él: Lo escucho directamente en su Palabra, bajo la acción del Espíritu Santo. Me acerco a Él por la fe, la oración, los Sacramentos, la Divina Eucaristía. Lo anterior, desde la Iglesia que fundó y prolonga, su Salvación. Lo sigo de cerca en la vida consagrada a la que se dignó llamarme. He tenido conocimiento y experiencias innegables sobre su Realidad de Persona Viva y plena de Humanidad y Divinidad, de Amor, de Voluntad Salvífica, de Bondad, Misericordia y Poder infinitos.
Gracias, gracias Jesús Amado, Hijo del Padre y de María por revelarte a mí. (A.E.C.)