Jesús y la Cruz, película LA PASIÓN.
Imagen tomada de Internet.
“Ustedes no entienden ni palabra; no comprenden que les conviene que uno muera por el pueblo y que no perezca la nación entera.” Juan 11, 45-57
Nunca comprenderé el sacrificio redentor de Nuestro Señor Jesucristo. Él dejó el Seno del Padre para tomar su Segunda Naturaleza, la humana, para inmolarla por nosotros. Nosotros también debemos unirnos a su Misterio Redentor. Así, cuanto vivamos debemos vivirlo unidos a Él y el Padre recibirá nuestras pequeñas inmolaciones inmersas, por decirlo así, en la de su Muy Amado y Él las mirará complacido. Si le doy a mi vida y a mis pequeñas obras ese valor redentor por unirme siempre a mi Salvador, Él dará eficacia a cuanto realizo. Por eso sigo repitiendo unida a mi Madre: suple Señor te ruego todo lo que me falta, súplelo por mí. (A.E.C.)