Padre Celestial, Templo del Ave María.
Arte: Jorge Rojas.
“El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en su mano.” Juan 3, 31-36
Soy la pequeñísima posesión de mi Señor Jesucristo; soy suya porque el Padre me ha entregado a Él, no estoy en la existencia a la deriva. Tengo Dueño y un Dueño que dió su propia Vida por mí y por todos nosotros. Pero muchísimos, o no lo conocen o no quieren ser suyos y se guían por su propio capricho y deseo de placer. Y después ¿qué les espera? Todo pasa, queda lo eterno; lo demás son como luces de juegos artificiales, espejismos engañosos.
Quiero tomar cada vez más conciencia de lo que soy y a dónde voy; y lo hago con la certeza de saberme amada por mi Dios Uno y Trino. Se que Él es la plenitud del Amor, de la Bondad y de la Misericordia y que me sumerge en ellas.
Madre, ayúdame a pregonar con la vida esta certeza feliz. (A.E.C.)