Padre Celestial, Templo del Ave María.
Arte: Jorge Rojas.
“Yo os aseguro, que si pedís algo al Padre en mi Nombre, os lo dará.” Juan 16, 23b-28
Claro está que con mi Dios tengo motivos incontables de indescriptible gratitud. Necesito decir a cada paso: “tomaré el cáliz de la salvación e invocaré el Nombre del Señor.” (Cfr. Salmo 115, 4) Sin embargo, mi Maestro quiere que le pida; más aún, me lo ordena: “pedid y se os dará…” Y me dice que lo haga en su Nombre; además, me asegura que seré escuchada ya que el mismo Padre me ama porque he creído en Él y le he amado.
Reconozco que soy necesitada y que tengo carencias de todo orden. Pero lo que es muy claro, es que jamás podemos desconfiar de la generosidad de nuestro Dios y de que nos ama con amor infinito; no puede hacerlo de otra manera porque es Dios y la medida de todo lo Suyo es la sin medida.
Madre, digo Contigo: Gloria sea dada al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (A.E.C.)