Palabra de Dios.
Imagen tomada de Internet.
“El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se perece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”. Mateo 7, 21-29
Es preciso que mis acciones estén siempre inspiradas en la Palabra del Señor. Ella debe ser mi norte. De lo contrario, mi vida espiritual se derrumbaría. Pero necesito hacer de la Lectio Divina, el punto de apoyo para pensar, sentir y actuar según los criterios de Jesús expresados en su Evangelio. No puedo apartarme de él. Los criterios humanos son contrarios a lo que nos enseñó y vivió. Necesito velar y orar para no caer en la tentación. El tener, poder y placer, por ejemplo, me llevarían a la ruina. De ahí la importancia de revisar mi conciencia bajo la acción del Divino Espíritu y de mis Santas Constituciones.
Que tu Palabra Señor, sea luz para nuestros pasos.
Madrecita, ven con nosotros a caminar. (A.E.C.)