Lectio Divina

Jesús de Nazareth, Película LA PASIÓN.
Imagen tomada de Internet.

ECO

“… el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y al verlo, le rogaron que se marchara de su país”. Mateo 8, 28-34

MEDITACIÓN

Este pasaje evangélico despierta en mí asombro, tristeza y me hace pensar en el momento actual. Los gerasenos vivían en sombras de muerte, llega la Luz a ellos y la expulsan. Prefirieron los horrores del mal al Sumo Bien.

Yo quiero todo lo contrario: anhelo salir de mí misma, de todo lo que no sea Jesús, mi Salvador, mi Dios, mi Dueño, mi Rey y suplicarle que se quede conmigo, con nosotros. Necesito ir a Él en cada instante, me apremia buscarlo, encontrarlo y retenerlo. ¿A quién iré sino es a Él? Él es la Vida, es la Verdad y el único Camino. Los discípulos de Emaús le pidieron que se quedase con ellos. Así rogaré continuamente a mi Cristo Amado. Con todas las fuerzas de mi alma le grito: “Quédate con nosotros porque la oscuridad del pecado cubre nuestro horizonte y la muerte eterna es el futuro de la gran mayoría”.

ORACIÓN

Ven, ven, Salvador Nuestro, no te alejes jamás.
Madrecita, tráelo, por favor. ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén! (A.E.C.)

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