“… en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros”. Mateo 10, 16-23
A lo largo de mi vida he comprobado lo anterior. Sé que el Señor actúa de manera omnipotente y palpable en nuestras vidas, en mi vida. Podría decir que en ocasiones he tenido la certeza de que es Él Quien ha hablado y puesto sus Palabras en mi frágil y limitada inteligencia y en mis labios. Son muchas las veces en las que me he sentido conducida por mi Dios en el creer, esperar, amar, pensar, sentir, hablar y actuar. Mi Dios ha pasado a través de mi pobreza, limitación y miseria. Debo invocar al Santo Espíritu y serle fiel para que pueda iluminarme y conducirme siempre en todo.
Ven, Amor del Padre y del Hijo por medio de la poderosa intercesión de Nuestra Señora. (A.E.C.)