Jesús y la multiplicación de los panes y los peces.
Imagen tomada de Internet.
“Y todos comieron y se hartaron, y de lo que sobró recogieron doce canastas llenas”. Mateo 14, 13-21
La medida de Dios es la “sin medida”, Él es la misma Generosidad; me llama la atención ese “sobraron”. En realidad, puedo decir que he experimentado la superabundancia de las bendiciones del Señor en todos los campos. Me ha permitido conocerle y amarle, seguirle en la vida consagrada, vivir bajo su mismo techo, tener sus preferencias. Pero me falta identificarme con su Amor a la Cruz, con su santidad infinita, sus virtudes todas, sus sentimientos hacia el Padre suyo y Padre nuestro, sus ansias redentoras. En síntesis: Él es, yo no soy, Él es Todo, yo la nada. Él es la Plenitud, yo la nada, amada en grado infinito por el Todo.
¡Glorifica mi alma al Señor! (A.E.C.)