“Muchos son llamados y pocos escogidos”. Mateo 22, 1-14
Pienso que además de haber sido llamada, también he sido escogida y a mi me toca responder con fidelidad, amor y perseverancia. Me apropio las Palabras de Jesús: “sin Mí nada podéis hacer” (Cfr. Juan 15, 5). Nada es nada; es decir: nada bueno a los ojos de Dios; por eso, me acojo a Él por la intercesión de mi Madre querida. Como escogida, debo estar siempre de su parte. Mi gratitud es enorme pero mi esfuerzo también debe serlo. Lo más probable es que no me toque declararme de parte del Señor ante tribunales de este mundo, pero en mi vida diaria, en todas las circunstancias me corresponde ser fiel, recta, decidida. Mi círculo de acción es pequeño, pero puedo orar y decir una palabra cuando las circunstancias lo requieran.
Madre, ayúdame a militar Contigo en unión con mis hermanas. (A.E.C.)