Jesús y el Centurión.
Imagen tomada de Internet.
“Les digo que ni en Israel he encontrado tanta fe”. Lucas 7, 1-10
Pienso en este militar romano; sus actitudes y actos me enseñan mucho: se interesa por su criado, lo estima, no se atreve a presentarse ante el Señor pues se considera indigno de estar en su presencia. Le confiesa que cree que tiene poder sobre la enfermedad; su fe merece la admiración de Jesús y la curación del siervo.
Tengo mucho que aprender de este pagano: benevolencia y generosidad, nobleza de sentimientos, humildad y confianza en la Persona del Maestro. Y principalmente una fe práctica y firme.
Dame oh Jesús Amado las actitudes que admiraste en este centurión. Quiero reconocer mi indignidad ante Tí pero confiar plenamente en tu Bondad y en que nada es imposible para Tí.
Madrecita, ruega por mí y por todos. (A.E.C.)