“El que os escucha a vosotros me escucha a Mí; el que os desprecia a vosotros me desprecia a Mí”. Lucas 10, 13-16
Llegó a mis manos un documento que a pesar de contener verdades está impregnado de un odio feroz y ciego contra el pueblo de Dios en todos sus estamentos. El Maestro nos pide amar a quienes nos odian, hacer el bien a quien nos aborrece y orar por quienes nos persiguen y calumnian. Y lo anterior, para poder gozar del inefable privilegio de la filiación divina. Nuestro Padre regala el sol a buenos y a malos y la lluvia a justos y pecadores.
Dios mío, yo no puedo, Tú si puedes; me abandono en Ti. (A.E.C.)