Gallina con pollitos.
Imagen tomada de Internet.
“¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas! Pero no habéis querido”. Lucas 13, 31-35
¡Pero no habéis querido! Esta queja de Nuestro Señor Jesucristo no puede dejarme indiferente. Mi Salvador está glorioso a la diestra del Padre pero quiere que todos nos salvemos y lleguemos al Cielo que nos mereció con su inmolación total. Me urge unirme a sus ansias redentoras y tomar en serio nuestras dimensiones apostólica y reparadora. Se trata de que yo misma y muchísimos, tengamos una eternidad feliz gozando de la visión de Nuestro Dios a rostro descubierto.
¡Madre, te necesitamos! (A.E.C.)