“Yo os declaro que a todo aquel que tiene se le dará y se hará rico”. Lucas 19, 11-28
Reconozco que el Señor me ha colmado de bendiciones. Con su gracia, he tratado de aprovecharlas en todo sentido y no solamente para mí sino para muchos y el Padre se ha desbordado; su generosidad ha sido infinita. Pero conozco mi debilidad y pido su ayuda para no enterrar lo que me confía; por otra parte, no puedo ni quiero ser malagradecida.
A Él toda la Gloria y el Honor.
Madre, oro Contigo tu Magníficat. (A.E.C.)