Id y enseñad.
Imagen tomada de Internet.
“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”. Marcos 16, 15−18
Este es el mandato clarísimo de Nuestro Señor Jesucristo; Nuestra identidad nace de él; Si hemos recibido la fe sin merecerla, no tenemos derecho a guardarnos nuestro conocimiento y experiencia de Jesús Resucitado.
Nuestro mundo no solamente se paganiza sino que se deshumaniza aceleradamente. Nada ni nadie puede frenar nuestro ardor evangelizador. Ese “Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda creatura”, tiene que lanzarnos, con los ojos fijos en Jesús a anunciarlo bajo el impulso del Espíritu Divino. El “ay de mí si no evangelizare” de Pablo, es preciso que nos desinstale si de verdad amamos a Nuestro Salvador y queremos ser fieles a su mandato.
¡Así sea! Estrella de la Evangelización, ruega por nosotros. (A.E.C.)