El endemoniado de Gerasa.
Imagen tomada de Internet.
“Jesús lo increpó: Cállate y sal de él. El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió”. Marcos 5, 1-20
Me acojo al Poder de Jesús, Hombre-Dios y al de su Nombre. Nuestro Salvador nos redimió pero mientras estemos con un aliento de vida “nuestro enemigo el diablo anda a nuestro alrededor buscando a quien devorar”. Así nos lo enseña la Palabra Divina.
Por eso, me gusta recordar: “Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese que Jesús es Señor para Gloria de Dios Padre”. (Filipenses 2, 10-11).
Realmente las fuerzas del mal existen. Sé de personas que por una u otra circunstancia se han expuesto a opresiones del maligno. Pido al Señor que se acerquen a Jesús por una sincera conversión y por los Sacramentos de nuestra Iglesia. Así mismo oro para que los que puedan ayudarles tengan voluntad y facilidades para hacerlo.
Que por la intercesión de los santos que tuvieron el ministerio de liberación, muchísimos hermanos que sufren los efectos del odio y maldad de los ángeles caídos, reciban ayuda eficaz.
Ruega por nosotros santa Madre de Dios. (A.E.C.)