Jesús Eucaristía.
Foto: Archivo.
“Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. Marcos 6, 30-34
A través de este pasaje evangélico me acerco a Jesús, Hombre-Dios y descubro no solamente su Sabiduría divina y humana, sino también su cercanía y la profundísima delicadeza de su Corazón. El Señor se alegra del regreso de los suyos después de su labor apostólica, pero piensa en ellos, en la necesidad que tienen de descansar con Él en un lugar tranquilo; ese lugar es el Sagrario, nada iguala el estar con Él en su Presencia real en la Divina Eucaristía y el hallarlo por fe en la Palabra, en la oración y en los hermanos. Tengo que acudir a los espacios reservados para reposar a los pies del Maestro.
Madre, intercede por nosotros en este sentido. (A.E.C.)