Jesús y el paralítico de Betesda.
Imagen tomada de Internet.
“Levántate, toma tu camilla y echa a andar”. Juan 5, 1-3; 5-16
Hoy escucho para mí esta Palabra salvadora. Jesús quiere y puede levantarme de toda parálisis espiritual. Pero necesito ubicarme dentro de los que se reconocen enfermos, no ignorar que por mi misma no puedo salir de mis circunstancias de inercia en la virtud y ponerme conscientemente al alcance de la mirada, el pensamiento, el querer, la palabra y la acción salvíficas del Señor.
Él entonces, al saber que reconozco mi parálisis e impotencia para el bien y que deseo avanzar, me dirá: “levántate, toma el control sobre aquello en lo que te apoyabas y avanza, no te quedes presa de esa parálisis que a nada te conduce”.
Te pido Señor la luz divina para descubrir mis parálisis y la gracia de salir de ellas para cumplir, por su Palabra Omnipotente, los designios eternos sobre mi vida. (A.E.C.)