“… y pasaba allí el tiempo con sus discípulos”. Juan 11, 45- 57
Nuestro Señor ya había sido sentenciado a muerte por sus enemigos y se había retirado a una ciudad vecina al desierto. Allí permanecía con sus seguidores.
Se acercan los días Santos de la Pascua de mi Salvador o sea aquellos en los cuales Nuestra Madre la Iglesia actualiza de manera especial los Misterios de nuestra Redención.
Quiero sosegarme y en compañía de Jesús y de la Santísima Virgen, la Madre Dolorosa, disponerme para aprovechar las gracias que se me ofrecen profusamente.
Madrecita, ven en mi ayuda. (A.E.C.)