“En el mundo tendéis grandes tribulaciones; pero tened confianza: yo he vencido al mundo”. Juan 16, 29-33
Con su Vida, Pasión y Muerte, Nuestro Señor Jesucristo es el Supremo Vencedor. Él es el Hombre-Dios y ante Él se someten todas las creaturas del cielo y de la tierra. Puedo decir con confianza inquebrantable: yo se de Quien me he fiado. Él es el Rey vencedor, nada se escapa de su Poder. Quienes a través de la Historia se creyeron grandes por sus éxitos en la guerra, el arte, la ciencia, el gobierno, murieron como los demás. Solamente Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios y Dios Mismo, permanece por los siglos de los siglos. No puede morir porque es la Vida y si estoy en Él no moriré para siempre. Él es el Rey Vencedor, soberano de toda creatura. Creyeron darle muerte pero resucitó glorioso y está Vivo a la diestra del Padre.
A Él la gloria y Honor por los siglos de los siglos ¡Amén! (Cfr. Mateo 25, 1-20) (A.E.C.)