Papa Francisco en el Sacramento de la Confesión.
Imagen tomada de Internet.
“… todo lo que atareis sobre la tierra, será eso mismo atado en el cielo y todo lo que desatareis sobre la tierra, será eso mismo desatado en el cielo.” Mateo 28, 16-20
Nuestro Señor alude al Sacramento de la Confesión. Él dio a los sacerdotes el poder de perdonar nuestros pecados en su Nombre. Tengo que buscar este Sacramento para ser perdonada de mis pecados y hallar así la limpieza y purificación de mi alma. Si Nuestro Señor es la Santidad infinita, yo debo procurar la de mi alma para acercarme a Él menos indignamente. Debo profundizar y recibir frecuentemente este Sacramento; no puedo relativizar el aumento de gracia que él me comunica. Tengo que tener presente que a más gracia, mayor amistad con el Señor; nada puede igualar este privilegio que no alcanzo a expresar debidamente. Puedo decir: en mis manos está el ser, con su gracia, más y más amiga de Dios; ésto me supera; por eso, le adoro, le alabo y le amo con todo el corazón.
Que así sea. (A.E.C.)