“… sino que serán como los ángeles que están en los cielos”. Marcos 12, 18-27
Cuando el Señor se refirió a quienes no tomábamos esposo, habló de quienes permanecemos célibes por el reino de los cielos. Y el Maestro añadió… “serán como los ángeles que están en los cielos”. Pero ellos ¿qué hacen? Viven exclusivamente para Dios. Le conocen, le adoran, le aman y le sirven. Esa debe ser mi ocupación permanente: Conocerle más y más con la Luz del Espíritu Santo, adorarle, amarle y servirle. Lo que me ayuda a lo anterior debe ser mi motivación primera. Lo demás debo relegarlo a su lugar.
¿Cómo conozco a Dios más y más? Con la oración, las lecturas apropiadas, las súplicas al Espíritu Santo, la docilidad a las mociones del mismo Espíritu; si crezco y si conozco, adoro y sirvo más y más se me irá revelando en lo más íntimo del alma.
¡Amén! (A.E.C.)