Madre Alicia Echeverri Calle (A.E.C.)
Foto: Archivo.
“A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda”. Mateo 5, 38-42
Este texto es un llamado a la generosidad. Nuestro Señor lo dió todo; por eso nos dijo: “nadie puede tener más amor que el que da la vida por sus amigos”. (Cfr. Juan 15, 13)
Siempre podré dar más atención a las personas. Alguna puede necesitar una sonrisa, una palabra y aún una mirada para no sentirse sola en medio de un grupo que parece ignorar el momento que vive.
Alguien dijo con verdad: “todos tenemos corazoncito” y yo agrego:… aún los que parecen más fuertes o más duros e imperturbables. También puedo dar un pequeño espacio para escuchar a quien requiera una palabra de ánimo y consuelo. La Eucaristía es permanente y total donación; Jesús no se reservó nada.
Regálame de tu generosidad oh, amado Jesús. (A.E.C.)