Ascensión del Señor
29 mayo, 2022
Visitación de la Bienaventurada Virgen María
31 mayo, 2022

Lunes 7a Semana de Pascua

Primera Lectura

Hechos 19, 1-8

1 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas y llegó a Efeso donde encontró algunos discípulos; 2 les preguntó: «¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando abrazasteis la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que exista el Espíritu Santo.» 3 El replicó: «¿Pues qué bautismo habéis recibido?» – «El bautismo de Juan», respondieron. 4 Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.» 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. 7 Eran en total unos doce hombres. 8 Entró en la sinagoga y durante tres meses hablaba con valentía, discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles.

 

Salmo Responsorial

Salmo 68, 2; 3; 4; 5; 6-7

2 ¡Alcese Dios, sus enemigos se dispersen, huyan ante su faz los que le odian!

3 Cual se disipa el humo, los disipas; como la cera se derrite al fuego, perecen los impíos ante Dios.

4 Mas los justos se alegran y exultan ante la faz de Dios, y saltan de alegría.

5 Cantad a Dios, salmodiad a su nombre, abrid paso al que cabalga en las nubes, alegraos en Yahveh, exultad ante su rostro.

6 Padre de los huérfanos y tutor de las viudas es Dios en su santa morada; 7 Dios da a los desvalidos el cobijo de una casa, abre a los cautivos la puerta de la dicha, mas los rebeldes quedan en un suelo ardiente.

 

Evangelio

Juan 16, 29-33

29 Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. 30 Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios.» 31 Jesús les respondió: «¿Ahora creéis? 32 Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 33 Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.»