San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
13 junio, 2022
Miércoles 11a Semana del Tiempo Ordinario
15 junio, 2022

Martes 11a Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

I Reyes 21, 17-29

17 Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo: 18 «Levántate, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que está en Samaría. Está en la viña de Nabot, a donde ha bajado a apropiársela. 19 Le hablarás diciendo: Así habla Yahveh: Has asesinado ¿y además usurpas? Luego le hablarás diciendo: Por esto, así habla Yahveh: En el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también los perros tu propia sangre.» 20 Ajab dijo a Elías: «Has vuelto a encontrarme, enemigo mío.» Respondió: «Te he vuelto a encontrar porque te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahveh. 21 Yo mismo voy a traer el mal sobre ti y voy a barrer tu posteridad y a exterminar todo varón de los de Ajab, libre o esclavo, en Israel. 22 Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nebat, y como la casa de Basá, hijo de Ajías, por la irritación con que me has irritado y por haber hecho pecar a Israel. 23 También contra Jezabel ha hablado Yahveh diciendo: “Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Yizreel.” 24 A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad los comerán los perros y a los que mueran en el campo los comerán las aves del cielo.» 25 No hubo quien se prestara como Ajab para hacer el mal a los ojos de Yahveh, porque su mujer Jezabel le había seducido. 26 Su proceder fue muy abominable, yendo tras los ídolos, en todo como los amorreos a los que expulsó Yahveh ante los israelitas. 27 Cuando Ajab oyó estas palabras desgarró sus vestidos y se puso un sayal sobre su carne, ayunó y se acostó con el sayal puesto; y caminaba a paso lento. 28 Fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo: 29 «¿Has visto cómo Ajab se ha humillado en mi presencia? Por haberse humillado en mi presencia, no traeré el mal en vida suya; en vida de su hijo traeré el mal sobre su casa.»

 

Salmo Responsorial

Salmo 51, 3-4; 5-6, 11, 16

3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito, 4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.

5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí; 6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.

11 Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.

16 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia.

 

Evangelio

Mateo 5, 43-48

43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. 44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? 47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? 48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.