22 Habló Yahveh a Moisés y le dijo: 23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis de bendecir a los israelitas. Les diréis: 24 Yahveh te bendiga y te guarde; 25 ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea propicio; 26 Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.» 27 Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.»
2 ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros! 3 Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre todas las naciones.
5 Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgas al mundo con justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra gobiernas. 6 ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias!
8¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la tierra!
4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. 6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! 7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.