Palabra meditada

ECO

“¿Qué va a hacer este niño? Porque la mano del Señor está con él.” Lucas 1, 57-66; 80

MEDITACIÓN

Infinidad de niños no nacen por la irresponsabilidad de sus padres y de los adultos. Si Juan el Bautista tenía la Misión de preparar el camino del Mesías, todos nosotros también la tenemos.

La Mano Omnipotente, amorosa y Paternal del Padre de los Cielos ha estado con cada uno de nosotros: somos hechura de sus Manos (cfr. Is. 64,7). Pero no siempre tomamos conciencia de ello. Debo detenerme a pensar si he sido fiel a mi misión y he obrado de acuerdo con ella. De mi docilidad al Señor depende el que cumpla mi misión con su ayuda. Me anima y consuela el saber que si bien mi campo de acción es muy pequeñito, Él no me deja sola jamás. Instante a instante cuida de mí, me dirige y sostiene. Por eso repito con San Pablo: Todo lo puedo en Aquél que me conforta. (Cfr. Fil. 4,13)

ORACIÓN

Madre, da gracias conmigo porque nunca Él me ha soltado de su Mano Omnipotente y cariñosa. (A.E.C.)