Palabra meditada

ECO

“¡Ánimo, hijo! Tus pecados serán perdonados.” Mateo 9, 1-8

MEDITACIÓN

Me llama poderosamente la atención que Jesús asegura al paralítico el perdón de sus pecados porque “ve la fe de quienes se lo presentan”. No sé cuáles serían las disposiciones interiores de este enfermo pero, repito: lo que me conforta y consuela es que Jesús obra en favor del paralítico porque “ve la fe de quienes se lo presentan”. Este pasaje Evangélico me hace acudir con confianza a la oración de intercesión. Sé de muchos paralíticos en sentido espiritual. Están inermes sin elevar sus corazones a Dios, por la soberbia y el odio; no se dirigen a Él y maltratan a los demás. Pero puedo presentarlos al Señor una y otra vez e implorar para ellos las virtudes teologales de la fe y el amor y esperar que quienes padecen de esta terrible parálisis en su espíritu lleguen a elevar sus corazones al Señor y avanzar en el camino de la vida y de la gracia, de la virtud, de la paz y alcanzar la dicha que no terminará.

ORACIÓN

Madre, presenta conmigo a estos paralíticos ante tu Jesús. Él no te niega nada. (A.E.C.)