“¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga su Padre… Valen mucho más ustedes que muchos gorriones. A quien se declare por mi ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los Cielos.” Mateo 10, 24-33
Dos ideas vitales me quedan muy claras ante este eco: confianza absoluta en mi Dios que me creó, me ama y cuida de mi con solicitud y Omnipotencia infinitas y necesidad vital de dar testimonio de Él con su gracia. Por mi alma inmortal y mi filiación divina por adopción, valgo más que todos los pajaritos del mundo entero. Pero soy frágil en sentido integral. Por eso necesito la fortaleza del Espíritu Santo para no amilanarme y ser valiente para proclamar mi fe en mi Dios Uno y Trino como miembro de mi Iglesia. Y por lo anterior, jamás negarlo y confesarme suya en cualquier circunstancia. No tengo talla de mártir ni mi valor es a toda prueba pero me abandono en Él que no me va a defraudar.
Madre, yo no puedo, Él si puede, abandóname en Él. (A.E.C.)