Palabra meditada

ECO

“El que dé de beber auncuando no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo por que es mi discípulo, en verdad les digo que no quedará sin recompensa.” Mateo 6, 34. 11,1

MEDITACIÓN

En estas últimas décadas he sido testigo de la donación de múltiples “vasos de agua fresca.” Sí, podría decir que por nuestra Casa del Ave María han pasado miles y miles de personas sedientas de paz y también de Dios Mismo. No llevamos registro pero lo anterior ha sido posible por la generosidad de muchísimos hermanos y hermanas que nos ha permitido subsistir para poder compartir nuestra fe, amor, paz, principios, formación religiosa y alegría. Que esta Lectio sea una pequeña manifestación de agradecimiento a “Aquél de quien todo bien procede” y a quienes han sido instrumentos para el encuentro de muchos hijos de Dios con nuestro Padre, con Jesús, el Espíritu Santo, la Santísima Virgen, con ellos mismos, con sus familias y con la felicidad verdadera.

ORACIÓN

Madre, implora cataratas de bendiciones sobre quienes han aportado benditos y abundantes vasos de “agua fresca” a tu Casa y Obra. Amén. (A.E.C.)