“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.” Mateo 16, 13-23
Agradezco al Señor por medio de las Eucaristías que se están celebrando en este momento el pertenecer a mi Iglesia Católica. En ella encuentro su Magisterio santo y sapientísimo. Estuve frente a frente a Pío XII, pude besarle la mano en una audiencia especial y recibir su bendición paternal. Corrí por las calles de Bogotá tras Pablo VI, ví varias veces a San Juan Pablo II y recuerdo aún su sonrisa alegre y picarezca. Crucé un breve saludo con Benedicto XVI y reconozco su sabiduría, humildad, sencillez y paternidad. Gozo con el Papa Francisco quién me regaló su alegría, cariño y abrazo. Que el Señor lo ayude y conforte en su ardua misión.
Gloria a Dios por cada uno de ellos, y le pido que asista de manera especial a nuestro actual Pontífice ya que él solicita continuamente que oremos por él. (A.E.C.)