Palabra meditada
17 marzo, 2018
Palabra meditada
19 marzo, 2018

Palabra meditada

ECO

“Ahora mi alma está agitada, ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por eso he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu Nombre.” Juan 12, 20-33

MEDITACIÓN

Nuestro Señor es verdadero Dios y verdadero Hombre. Su alma santísima se conmovió indeciblemente ante la inminencia de su dolorosísima Pasión. Cuando nos dijo que la tenía agitada era porque conocía perfectamente el mar de dolor interior y físico que inundaría toda su Persona Divina. Él, Nuestro Salvador, lo conoció todo, pero permaneció inconmovible ante los sufrimientos espantosos de su Pasión y Muerte. ¡Así nos amó y nos ama! Su Amor supera indeciblemente a todo lo que podemos imaginar. Isaías nos describe al Varón de Dolores. Cada línea del capítulo 51 nos doblega y estremece. Y todo para redimirnos de nuestro pecado, regalarnos la filiación divina y la vida eterna feliz. ¿Tengo derecho a retroceder ante el sufrimiento interior o corporal? Por el contrario, si amo a Jesús debo alegrarme cuando pueda ofrecerle un pequeño dolor o privación, por su amor y para la salvación de muchos.

ORACIÓN

Madre, ayúdame a responder a su Amor y a amar según su corazón. (A.E.C.)