Palabra meditada

ECO

“Así arraigados y cimentados en el amor podrán comprender… la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.” Efesios 3, 14-21

MEDITACIÓN

¿Pero cómo logramos acercarnos a este Misterio de amor divino? Porque por la Bondad infinita del Padre, el Espítitu nos fortalece interiormente y Cristo habita por la fe en nuestros corazones. Esta página de la carta de San Pablo a los Efesios nos sumerge, por decirlo así, en el océano, inmenso de Amor Divino. Es imposible cuantificarlo con nuestros parámetros humanos. Cuando nuestros términos de comparación se agotan se nos dilata el alma y percibimos sobrecogidos el infinito. Éste no tiene límite alguno. Llevó al Mismo Dios, a la segunda Persona de la Trinidad Santísima a tomar nuestra naturaleza humana sin dejar la Divina para inmolarse por nosotros.

ORACIÓN

Proclama mi alma tu Grandeza Señor. (A.E.C.)