“Él tiene que crecer y yo tengo que menguar.” Juan 3, 22-30
Me admira y me encanta esta respuesta o afirmación de Juan Bautista. El Precursor sabía que solamente tenía que preparar a los hombres que lo escucharon para que estuvieran bien dispuestos para la venida del Mesías. Ante Él, se reconoció inferior y estuvo dispuesto a salir de la escena sin ninguna pretensión, soberbia o egoísmo.
Quiero aprender esta lección de veracidad, humildad y sencillez. Debo reconocer los méritos de los demás y saber ocupar el puesto que me corresponde en cada ocasión. Y lo anterior, con mucha paz y alegría.
Juan Bautista, ora por nosotros tan soberbios y prepotentes. (A.E.C.)