Palabra meditada

ECO

“Y dijo Dios a Moisés: Yo soy el que Soy”. Lucas 13, 1-8; 13-15

MEDITACIÓN

Nuestro Dios es la plenitud del Ser, es la Existencia Misma infinita en perfecciones. Es desde siempre, no tiene ni principio ni fin, es el origen de cuanto existe. Fuera de Él todo es efímero, pasajero, imperfecto. Tenemos en Él nuestro principio y nuestro fin. Reconocer su Unidad en Esencia y Trinidad en Personas, creer en Él, amarle sobre todas las cosas, adorarle, alabarle, glorificarle, esperar en Él, respetarle y servirle en esta vida y luego gozar de Él en la futura y eterna, es nuestro destino glorioso. Perderle por nuestra rebeldía e inconciencia, es nuestra suma desgracia. Los santos hallaron en ÉL su realización y plenitud. San Agustín anduvo errante, de oscuridad en oscuridad hasta que se dejó atrapar por su Verdad y Claridad y se rindió a Él y así cuantos hacen parte de la Iglesia Triunfante.

ORACIÓN

Repito con el Obispo de Hipona: ¡Oh hermosura siempre antigua y siempre nueva, te buscaba fuera de mí y estabas dentro de mí! (A.E.C.)