Jesús y el paralítico / Imagen tomada de Internet
“Levántate; coge tu camilla y camina.” Juan 5, 1-3a; 13-16
No niego que tengo en mi vida espiritual faltas de progreso que pueden compararse con cierta parálisis espiritual. Me falta avanzar en el amor inmolado, el fervor de voluntad, el recogimiento profundo, la oración constante e íntima, la generosidad auténtica. Es el momento para reconocer mis parálisis ante el único que puede sanarlas. Por mí misma nada puedo, pero Él sí me invita a tomar la camilla de mi falta de entrega decidida y generosa por amor de voluntad y avanzar decidida para recorrer lo que me falta en el camino de mi vida. Debo implorar esa fe fuerte en la Omnipotencia y el Amor infinito de mi Dios. Hoy quiero escuchar su orden de infinito amor y poder: “¡Levántate, toma la camilla de tus faltas de coherencia plena y camina decidida hacia la casa del Padre!”
Amén. (A.E.C.)