Palabra meditada

ECO

“Y Él les dijo: ¿Por qué se alarman?, ¿por qué surgen dudas en su corazón? Miren mis manos y mis pies: Soy Yo en persona.” Lucas 24, 35-48

MEDITACIÓN

Si tengo fe y la ejercito no puedo tener actitud interior ni exterior, de derrota. Aquél a Quien amo y sirvo está Vivo. Sin Él no se ha hecho nada de cuanto existe. (Cfr. Jn 1,3) Es cierto que padeció y murió por nosotros en el suplicio de la Cruz, pero Resucitó y está Vivo a la diestra del Padre (Cfr. Hech 2, 24 y 32 y 3, 15) Sí, Nuestro Señor Jesucristo está Vivo y con nosotros. Y lo estará hasta la consumación de los siglos. Su Presencia es Real pero oculta a nuestros sentidos; está con nosotros hasta el final. Y ¿qué decir de la Divina Eucaristía?; lo contiene en Persona. En ella está con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. No puedo dudar en mi corazón, tampoco en mi mente; simplemente debo creer, adorar, amar… Mi gozo mayor debe ser recibirlo en la Sagrada Comunión; además, tengo que afirmar que los mejores ratos de mi vida, son aquellos que paso muy cerquita de Él, encerrado como prisionero de Amor, en su pequeñísima morada: el bendito Sagrario que lo contiene.

ORACIÓN

Honor y gloria a Ti, Jesucristo Salvador nuestro, Muerto por Amor y Resucitado por el Poder de Dios Padre. (A.E.C.)