Palabra meditada
21 abril, 2018
Palabra meditada
23 abril, 2018

Palabra meditada

ECO

“Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!” 1 Juan 3, 1-2

MEDITACIÓN

Una parejita de amigos muy queridos adoptó un niño totalmente diferente a ellos. Sé que le darán lo mejor y ya desde ahora le regalarán su cariño, sus cuidados y cuanto sea necesario para criarlo en las mejores condiciones. A nosotras nos adoptó nuestro Padre Dios por los méritos de su Unigénito. “Por eso nos llamamos hijos de Dios, pues ¡lo somos!” Puedo decirle: Papá, Papacito. Si ese chiquito de quien acabo de hablar crece y se manifiesta frío e indiferente y aún ofensivo con quienes hicieron tanto por él, puedo llamarlo duro, poco noble, desagradecido y aún cruel. Por mi parte quiero ser delicada, noble, agradecida con mi Dios Uno y Trino: Nuestro Señor Jesucristo con su Vida, Pasión y Muerte me regaló el ser hija por adopción. Puedo llamar al Altísimo: ¡Papacito!, al Hijo: mi Hermano Mayor y al Espíritu Santo: mi Amigo entrañable.

ORACIÓN

Madre, diles por favor que los amo con su Mismo Amor (A.E.C.)